Capítulo 9. Contabilidad global del mercado.
- Objetivos de este capítulo.
- La factura-cheque telemática como multicaptor automático
de los fenómenos elementales del mercado.
- La omni-contabilidad analítica-estadística del
mercado.
- Niveles de centralización contable.
- Dinámica mercantil y estructura de la omni-contabilidad.
1. Objetivos de este capítulo.
En este capítulo se tratará de demostrar que la factura-cheque
telemática, por medio de la estadística exacta y continua
que proporciona, puede dar lugar a una contabilidad de mercado monetario
de gran utilidad científica y política.
2. La factura-cheque telemática como multicaptor
automático de los fenómenos elementales del mercado.
Los fenómenos del mercado -los intercambios- son fenómenos
bien concretos. Pero, cuando son mediatizados por un sistema monetario
-y se convierten así en cambios monetarios elementales- adquieren
una nueva dimensión que es numérica-abstracta. En un sistema
monetario racional, esta nueva dimensión es captada de forma automática
y con toda exactitud, a través de los que hemos llamado factura-cheque
telemática.
Efectivamente, la factura-cheque es, entre otras cosas, un documento
métrico que registra un acto mercantil elemental con todas sus múltiples
pervalencias; eso es lo que llamamos un multicaptor.
El conjunto de datos así captados constituyen un rico material
cualitativo y cuantitativo que puede servir de base para el conocimiento
preciso del mercado.
3. La omni-contabilidad analítica-estadística
del mercado.
La integración centralizada y automática de toda la información
proporcionada por cada una y todas las facturas-cheque emitidas en cada
espacio-tiempo considerado da lugar a una «medida, análisis
y estadística (siempre según el tratamiento del programa
de esta información) continuas y dinámicas del mercado
monetario», que llamaremos omni-contabilidad mercantil.
Esta omni-contabilidad puede ser de gran interés para toda la
población: políticos, empresarios, jueces, profesionales
liberales y ciudadanos en general. Es precisamente este tipo de información
-con omisión siempre de los datos personalizados- la que hay que
socializar, siguiendo las normas ya comentadas en el capítulo
7.
Los programas de análisis y estadística contables deberán
ser lo más completos posible. Conviene utilizar todas las técnicas
contables existentes; si en un principio eso no es tecnológicamente
posible, se pueden establecer criterios de prioridad para ir, poco a poco,
abarcando todos los campos, aspectos, sectores... del mercado.
También el ejercicio o período contable considerado puede
ir reduciéndose progresivamente en función de las posibilidades
tecnológicas de la red monetaria telemática.
4. Niveles de centralización contable.
Si se quieren obtener resultados eficaces en la conducción económica
de la sociedad es evidente que la centralización de la red telemática
debe ampliarse a la totalidad de la sociedad considerada, al objeto de
tener las magnitudes macro-mercantiles.
Pero esta centralización contable -que es abstracta y, por lo
tanto, no supone centralización política ni de ningún
otro tipo- debe realizarse en sucesivas etapas, que podrían ser
las siguientes:
-
Nivel de establecimientos contables1:
cada establecimiento contable, después de haber transmitido a la
Justicia toda la información contenida en las facturas-cheques
firmadas
por sus clientes, podrá realizar las estadísticas y analíticas
del exclusivo conjunto mercantil representado por dichas facturas.
-
Los establecimientos contables enviarán estos resultados parciales
a centros de ámbito geográfico superior -municipios, y de
éstos a comarcas, etc.- cada uno de los cuales realizará
la integración al nivel local correspondiente.
-
Finalmente, podrá realizarse la centralización global a nivel
de sociedad geopolítica. (Ver esquema
número 1).
5. Dinámica mercantil y estructura de la omni-contabilidad.
La tarea de organizar con detalle la estructura de la omni-contabilidad
propuesta, así como los programas telemáticos que han de
llevarla a término, hay que encargarla a técnicos y expertos
en la materia.
No obstante, pueden diseñarse ya aquí unas bases generales,
unas guías que provienen de la simple observación del mercado
ya que el análisis formal del mismo ha de responder necesariamente,
y adaptarse el máximo posible, a los procesos y características
de los fenómenos que se desarrollan cada día en el seno de
dicho mercado.
En una primera aproximación analítica, que intente reflejar
el mercado en su realidad y complejidad dinámica y continua, podemos
considerar el mercado monetario -o intercambio de mercancías a través
de convenciones monetarias- como una realidad donde confluyen los siguientes
elementos:
-
Las mercancías (producidas o productoras), objetos pasivos
del intercambio.
-
Los agentes de mercado, sujetos activos del intercambio.
-
Los intercambios de mercancías, fenómenos bien concretos
pero mediatizados por una convención abstracta que impide asignar
a cada mercancía intercambiada un valor mercantil determinado
(precio o salario).
-
El sistema monetario, que es la convención abstracta que
los agentes de mercado aceptan y utilizan para agilizar los intercambios.
Estos elementos están íntimamente ligados entre ellos: ninguno
existe por sí solo, sino que se dan en función de todos los
otros y, por tanto, su distinción es meramente analítica.
Pero este análisis es absolutamente necesario:
-
si queremos dar, una interpretación científica del
mercado consiguiendo con ello una práctica que maximice la eficacia;
-
y si queremos legislar unas normas racionales de actuación mercantil
que puedan favorecer y desarrollar el mercado en cada uno de sus elementos
y sectores reales.
Cada combinación diferente de mercancías y agentes da lugar
a un tipo de intercambio elemental bien determinado. Si realizamos una
clasificación de los principales tipos de intercambios, podremos
llegar a distinguir en el mercado grandes ciclos, de mucho interés
para la interpretación práctica del mercado:
-
Ciclo de la producción2.
-
1.1. Subciclo de la «producción y comercio al por mayor».
-
1.2. Subciclo de la «producción de bienes de inversión».
-
1.3. Subciclo de los «comercios e industrias al por menor».
-
Ciclo del consumo.
Una explicación más concreta de todos los elementos y ciclos
mercantiles, así como de las implicaciones prácticas de su
distinción, se dará en el anexo siguiente.
Notas:
1Bancos
de Negocios y Cajas de Ahorros.
2Hay
que tener en cuenta que la producción de cualquier empresa moderna
es de valores exclusivamente precio-mercantiles.
|