Incendios forestales.
El Punt Avui+. Domingo, 28 de Julio de 2019. Página 4.
Punto de vista. Opinión. Tribuna.
Incendios forestales.
Joan Baiget i Solé.
Doctor en Sociedad de la Información y el Conocimiento.
«Nos hace falta poner las bases de una sociedad que vuelva al medio, que es la vida».
«No hay ningún problema de incendios forestales», me dijo hace 25 años el director general de Medio natural de la Generalitat de Cataluña (q. e. p. d.). «El problema es que hay demasiados bosques», remachó. Cuando las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) no tenían la C, los informáticos ajetreados, como yo, nos teníamos que desplazar con disquetes arriba y abajo del territorio para actualizar el software de los ordenadores. Amante de la naturaleza y observador, fui mudo testigo de cómo se iba quemando Tarragona de sur a norte.
En el año 1994, después de los grandes incendios de la Cataluña central, la discusión sobre el fuego ocupaba todos los medios, pero nadie se ponía de acuerdo. Ya hacía diecisiete años que observaba impotente y estallé. En un pronto quise encontrar la solución –cuando menos la explicación– al problema de los incendios forestales, a pesar de ser un profano. Con un proceso logicodeductivo que empezaba con «¿por qué queman los bosques?» lo llegué a entender. Al final es muy sencillo (como todo aquello que es importante): los bosques queman porqué se han abandonado y sufren un desequilibrio. El bosque continúa produciendo, pero el hombre no recoge los frutos y se produce una concentración de biomasa seca que se junta con los campos también abandonados. Todo listo para quemar, a la espera de un desencadenante.
La Sociedad Rural mediterránea, que había mantenido en simbiosis hombre y medio, agoniza por la inercia de la revolución industrial y de una nueva sociedad globalizada, donde ya es más barato desforestar injustamente un país pobre y remoto que explotar el bosque de proximidad. Entonces, si la relación de negocio (negación del ocio/trabajo) que mantenía en equilibrio el medio ya no funciona, ¿qué podemos hacer? Pues sólo nos resta buscar el equilibrio mediante el ocio, porque no hay nada más: o es ocio o es negocio. ¿Y es factible, esto? Sí, porque la rotura de la simbiosis afecta los dos sistemas: el medio y el hombre. El hombre necesita relacionarse con el medio natural para encontrar también su equilibrio (hipótesis de las latencias). Y esto, a medio plazo, hará volver al negocio.
Quise presentar análisis, conclusiones y propuestas al director general y advertir que la línea de deforestación estaba a las puertas de Barcelona. «Vaya tranquilo, es normal que haya algunos incendios hacia el sur», fue la despedida. Estamos haciendo tarde. El bosque necesita trabajo, además de vigilancia. Necesita explotación, devolver a los viejos usos de la biomasa y encontrar de nuevos. Y hay que cultivar toda la tierra, porque es de justicia, y enderezar una sociedad arraigada al territorio. Hemos de poner las bases de una sociedad que vuelva al medio, que es la vida, un sistema simbiótico del cual no podemos prescindir.
Enlace del artículo original en catalán:
http://www.elpuntavui.cat/opinio/article/8-articles/1641879-incendis-forestals.html
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