Nuevos apartados:
Dolors Marin Tuyà.
Artículos publicados en la revista Penedès Econòmic.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el diario Avui, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979, traducidos al castellano.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el rotativo Mundo Diario, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979.
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Publicaciones:
Lluís Maria Xirinacs.
Agustí Chalaux de Subirà, Brauli Tamarit Tamarit.
Agustí Chalaux de Subirà.
Agustí Chalaux de Subirà.
Agustí Chalaux de Subirà.
Magdalena Grau Figueras,
Agustí Chalaux de Subirà.
Martí Olivella.
Magdalena Grau,
Agustí Chalaux.
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¿Qué es el dinero?
Agustí Chalaux
INDICE
Introducción
Capítulo
I.-
Qué nos explican los economistas
1.- Formas en qué se nos presenta
el dinero
2.- Funciones del dinero
3.- El concepto de dinero
4.- La creación del dinero
Capítulo
II.-
Una nueva visión de la realidad
monetaria
1.- Las mercancías correctas
2.- Las "unidades monetarias"
3.- Los "precios de venta" y
los "salarios"
4.- Los "instrumentos monetarios"
5.- Síntesis final
Capítulo
III.-
La factura-cheque
1.- Racionalidad y mercado
2.- Características anti-"científicas
"del sistema monetario actual
3.- La "factura-cheque" pro-"científica"
4.- La telemática al servicio
del sistema monetario
Capítulo
IV.-
La invención de dinero en el
nuevo sistema monetario
1.- Invención "exacta"
de dinero sobre mercancías concretas
2.- "Crisis monetarias" y neutralidad
"de la moneda"
Referencias
bibliográficas
INTRODUCCIÓN
¿Qué es el dinero?
Hace cierto tiempo, esta palabra tan evocadora tenía un significado
bien preciso para todo el mundo:
- el dinero era "una cosa concreta" (una pieza de metal),
un billete de papel,...);
- el dinero tenía un valor "intrínseco",
o bien lo representaba (el billete de papel representaba el oro
en las cajas de cualquier banco, antiguamente, o en las cajas del
banco Central o del Tesoro en tiempo más recientes):
- como que tenía este valor intrínseco concreto, se
podía entregar a cambio de otra mercancía concreta;
- el dinero era pues considerado como "tercera mercancía
concreta", intermediaria en el intercambio de dos mercancías
concretas cualesquiera.
Estas
ideas eran heredadas de los tiempos en qué estaba en vigor
el sistema monetario "metalista" (monometalista o bimetalista),
basado en "el patrón-oro" (0 bien "patrón-plata",
o bien "patrón-oro-plata", según los casos
y las épocas).
En este sistema, el dinero consiste en piezas de oro (o y/de plata)
de valor intrínseco; si hay "billetes de banco",
estos son inmediatamente convertibles en metal, sin que ninguna
excepción no esté legalmente prevista, puesto que
se supone que la emisión de billetes está fundamentada
en unos depósitos metálicos existentes en las arcas
de los bancos emisores.
Pero
los sistemas "metalistas desaparecieron durante la 1ª
Guerra mundial, y murieron definitivamente con la Gran Depresión.
Durante la 1ª Guerra mundial, muchos de los países beligerantes
tuvieron que suprimir la convertibilidad oficial de sus "billetes
de banco" y devaluarlos en "pseudo-billetes de curso forzoso":
las reservas metálicas estaban agotadas, y no obstante, hacía
falta continuar la guerra! Todo y la restauración de una
relativa convertibilidad tras la guerra, con la crisis del 29 -precisamente
provocada por esta restauración, pese a que hubiera sido
parcial- y sus consecuencias en Europa durante la década
de los 30, la muerte del "patrón-oro" o convertibilidad
"en" oro fue definitiva.
Hoy en
día, la mayoría de las personas saben que el dinero
ya no tiene ningún valor intrínseco, y que no está
apoyado por ningún depósito metálico.
No obstante, no podemos decir que el concepto "dinero"
sea una cosa clara y evidente, no sólo para la gente de a
pie, los "vulgares mortales", sino tampoco por los mismos
economistas, que todavía no se han puesto de acuerdo en una
definición de este concepto aceptada universalmente.
Veamos de todos modos qué nos dicen, los economistas; después,
intentaremos de hacer una reformulación del concepto, que
nos sirva:
1º..- para proponer una reforma del instrumento monetario actual,
en función de otorgarle una mayor racionalidad;
2º.- para examinar el problema de la invención "de
dinero", y formular en este campo una hipótesis de trabajo
muy fácilmente experimentable, a partir de la reforma del
instrumento monetario anteriormente propuesta.
CAPÍTULO
I
Qué nos explican los economistas
Expondremos
en este capítulo, de manera muy resumida, las aportaciones
principales de la "economía" actual al conocimiento
de la realidad monetaria.
1.-
Formas en qué se nos presenta el dinero
"La moneda se presenta
hoy a la persona de la calle de tres formas diferentes:
1- Piezas de metal de curso legal, es decir, que pueden ser impuestas
como pago de toda compra o como forma de saldar cualquier deuda;
2- Billetes de banco también de curso legal, a veces convertibles
en metal, pero que muy a menudo recurren al curso forzoso, lo cual
significa que el banco que los ha emitido está dispensado
de reembolsarlos en metal;
3- Existe una tercera categoría menos conocida: las unidades
económicas, constatando que pueden hacer sus saldos entregando
cheques sobre los bancos dónde han hecho anteriormente depósitos
a la vista, cuentan como haberes monetarios el montante de las cuentas
corrientes que los bancos han abierto.
Hay pues tres series de instrumentos monetarios: la moneda metálica,
la moneda "fiduciaria" (billetes de banco), la moneda
"escritural" (cuentas corrientes en el banco)" (1).
De estas tres formas de dinero existentes hoy en día, remarcamos
que las dos primeras son responsabilidad -en nuestro país-
del Banco Central, mientras que la emisión de la tercera
forma de dinero es responsabilidad de los diferentes bancos no estatales.
2.-
Funciones del dinero
"En el término dinero confluyen tres conceptos jurídicos
y económicos diferentes, que algunos autores, siguiendo Aristóteles,
presentan como atributos o funciones "" del dinero; estos
conceptos -unidad de cuenta, medio de pago y depósito de
valor- se unen históricamente por su coincidencia, no necesaria,
en determinados bienes o instrumentos mercantiles.
Entendido como unidad de cuenta, el dinero es el patrón de
medida abstracta utilizado para expresar las valoraciones económicas
de las cosas o derechos.
Entendido como medio de pago, el dinero es el conjunto de instrumentos
con los cuales, por ley o costumbre, se hace efectivo el pago de
las obligaciones que no tienen estipulada le entrega de otra cosa
o género determinados; el deudor se libera entregando los
bienes definidos como dinero por la cantidad convenida, y el acreedor
ha de aceptarlos necesariamente como pago válido. Entendido
como depósito de valor, el dinero consiste en el conjunto
de las cosas o derechos que los sujetos económicos emplean
para guardar poder de compra de fácil o de inmediata utilización;
estas cosas o derechos deben satisfacer la condición que
su efectiva transformación por medio de pago no implique
una valoración futura aleatoria.
En el primer sentido (dinero numerario) el dinero es un concepto
estadístico contable lógicamente independiente de
los instrumentos usados como medio de pago o depósitos de
valores, aunque de hecho estos presenten un número fijo de
unidades de cuenta.(....)
En su acepción de medio de pago, el dinero es un concepto
esencialmente jurídico; es el ordenamiento jurídico
el que decide en cada momento los instrumentos que poseen la propiedad
de liberar con su entrega de las obligaciones pecuniarias.(...)
En su acepción de depósito de valor, el dinero es
un concepto exclusivamente económico. Se asocia al de liquidez,
facultad de bienes y derechos para transformarse rápidamente
en medios de pago a un valor predeterminado. Por definición,
los medios de pago son plenamente líquidos (...).
La definición estadística de dinero como depósito
de valor evoluciona con el tiempo, a medida que se desarrollan los
sistemas financieros.(...)" (2).
3.-
El concepto del dinero
Podemos establecer, como mínimo, dos definiciones diferentes
del concepto "dinero".
Primera: "La moneda puede ser así definida: todo haber
líquido, es decir, que ha recibido de la ley o sólo
de la costumbre el privilegio de poder ser impuesto como forma de
saldar toda compra o deuda, inmediatamente, sin reserva, y a precio
fijo en consideración del montante de esta compra o de esta
deuda.
No es necesario -y ya no es conforme a la situación moderna-
de hacer intervenir la noción de metal en la definición
de la moneda. No es ni siquiera indispensable, para que un haber
líquido sea considerado como "moneda", que sea
entrega convertible en metal; esto es deseable, pero no es esencial.
Tampoco es necesario que tal o tal otro haber disfrute de curso
"legal". La posibilidad de ser impuesto en pago puede
provenir
simplemente de costumbres establecidas. Este es el caso de la moneda
escritural" (3) .
Segunda:
"La unidad de principio (de las diversas formas monetarias
existentes) reside en la natura profunda de todas las monedas, sean
cuales sean las formas que revistan. La moneda no es ni un objeto
ni una mercancía ordinaria. Es una deuda: representa la deuda
del establecimiento financiero del cual lleva el nombre de una manera
o de otra. Un billete de banco francés es una deuda del Banco
de Francia, incluso si esta deuda no es nunca reembolsada en el
sentido preciso del término. Una cuenta al Westminster Bank
constituye una deuda de este establecimiento anglo-sajón
(...) La conversión de un billete en moneda de cuenta por
la entrega de este en una ventanilla de banco, el giro de una suma
de una cuenta a otro mediante un cheque entregado por el pagador
sobre su banco, no son sino transferencias de la deuda en cuestión.
La moneda es pues por esencia una deuda circulando". (4).
4.- La creación del dinero
Ahora podemos entrar en una importante cuestión: de dónde
sale, el dinero?
El proceso por el cual entra nuevo dinero en "la economía",
la denominan los economistas de "invención" o creación
"" de dinero. Para poder comprender este proceso, debemos
recordar que hay tres formas de dinero; y que concebimos el dinero
como una deuda de la entidad emisora.
1.- Creación
de dinero "efectivo": las dos primeras formas monetarias
(monedas y billetes), constituyen el "dinero efectivo".
Como que son emitidas por el Banco Central, representan una deuda
de éste.
Ahora bien, cuando crea dinero efectivo el Banco Central? Pues cada
vez que pone en circulación extra-bancaria (es decir, fuera
de los bancos), un nuevo billete o moneda. Esto pasa, por ejemplo,
cuando paga en efectivo un exportador, a cambio de la moneda extranjera
que este le ha vendido; o cuando entrega billetes al estado, concediéndole
así un crédito; o bien cuando compra oro, entregando
billetes a cambio. Cada entrega de billetes es una contracción
de deuda por parte del banco central; pero fijémonos que
esta deuda tiene siempre como contrapartida, o bien la entrega de
algún bien (divisas, oro), o bien la contracción de
una deuda por parte de quien ha recibido los billetes (deuda contraída
por el Estado acreditado).
2.- Creación
de dinero "bancario": de hecho, pero, la creación
de dinero efectivo es de poca importancia en relación al
volumen monetario total de un país. El dinero "bancario"
(o escritural, o endo-contable: es decir, las cuentas corrientes)
es hoy en día mucho más importante que el efectivo;
se calcula que puede representar hasta el 70% de la masa monetaria
total d' un país.
El proceso
de creación de dinero bancario está, evidentemente,
en manos de los bancos particulares, y es más complejo que
el anterior.
Para
comprenderlo tendremos que hacer, siguiendo los economistas, la
siguiente distinción:
a) Dinero: se define como la suma de efectivo "en manos del
público" y depósitos "bancarios del público".
b) Base monetaria: se define como la suma de efectivo "en manos
del público" +"Reservas de los bancos particulares"
(constituidas, éstas, por la suma de "Efectivos en las
cajas de los Bancos" +"depósitos de los bancos
en otros bancos o en el banco Central").
Fijémonos
que el concepto de base "monetaria representa pasivos (es decir,
deudas) exclusivamente del banco central, que son evidentemente
una deuda de éste); mientras que el concepto de "dinero"
reúne a la vez pasivos del Banco Central (el efectivo en
manos del público) y pasivos de los Bancos particulares (los
depósitos del público, o el dinero bancario).
Pues bien, así como el dinero efectivo (recordemos: monedas
y billetes) se creaba con la contrapartida de una entrega de bienes
o de la contracción de una deuda, el dinero bancario tiene
siempre como contrapartida la contracción de una deuda (por
parte de quien recibe dinero del Banco, evidentemente): esto es,
es siempre el resultado de la concesión de un crédito.
Pero
la capacidad de conceder créditos (es decir, de crear dinero
bancario) por parte del sistema bancario no es ilimitada, sino que:
- sólo puede originarse a partir del aumento de la base monetaria
(es decir, la creación de dinero efectivo y la concesión
de créditos por parte del banco Central), -y está
limitada por la proporción entre "reservas" y depósitos
" al interior del Banco, y por la proporción entre "efectivos
y depósitos "" de los particulares. Esta limitación
se expresa matemáticamente mediante un quebrado que se denomina
"multiplicador de la creación de dinero".
Matemáticamente, pues, la cantidad total de dinero puede
expresarse como el producto de la base monetaria del multiplicador
monetario.
Dicho
de una manera más sencilla un Banco podrá conceder
créditos (crear dinero bancario), siempre que:
- haya un aumento de base monetaria (lo cual se traduce, en la práctica,
por el hecho que aumentan las reservas del banco, puesto que suponemos
que el receptor de este aumento lo deposita en el Banco);
-y que cumpla una determinada proporción (que se ha mostrado,
históricamente, aceptable) entre el conjunto de sus reservas
y el conjunto de los depósitos en ellos abiertos.
CAPÍTULO
II
Una
nueva visión de la realidad monetaria
Todo lo que hemos visto en el capítulo anterior sobre formas
del dinero, funciones del dinero, concepto del dinero, nos parece
francamente confuso.
El hecho que existan tres formas diferentes de dinero ya es de por
sí revelador; pero el más importante es que ninguna
de estas tres formas no consigue cumplir la función que nosotros
creemos esencial del dinero.
Por esto propondremos un nuevo concepto de dinero", que comportará
una función muy bien determinada; y propondremos, en consonancia,
una nueva forma monetaria, adecuada para poder cumplir esta función.
Para conseguir esta clarificación, que creemos imprescindible
para la vida "económica", nos hace falta distinguir
radicalmente cuatro categorías de realidad:
1.- Las mercancías concretas realmente existentes (o potencialmente)
2.- Las "unidades monetarias"
3.- Los "precios de venta" y los "salarios"
4.- Los "instrumentos monetarios".
1.-
Las mercancías concretas
Todos los seres vivos -y entre ellos, evidentemente, el hombre-
necesitan consumir una serie de bienes (y, en el caso de el hombre,
también de servicios) para poder proseguir y mejor realizar
su existencia, su vida.
Estos bienes y servicios los denominamos "utilitarios",
puesto que son útiles para satisfacer las necesidades consumidoras
de los seres vivos. Del mismo modo, denominamos "utilitarismo"
al conjunto de procesos de producción y distribución
de los bienes utilitarios, definidos en una comunidad viviente dada.
En las sociedades humanas modernas, el utilitarismo toma una forma
determinada, que designamos con el nombre d'"utilitarismo mercante-monetario".
Es decir, vivimos en un régimen utilitario en que los bienes
y servicios se intercambian en un mercado mediante un instrumento
que es la moneda. Las personas no consumen directamente aquello
que producen, sino que hay, antes de llegar al consumo, finalidad
y final de cualquier proceso utilitario-, multitud de actos de intercambio.
Los bienes y servicios de esta manera intercambiados se denominan
"mercancías". Son todos ellos materiales, concretos.
Podemos distinguir de dos clases en la actualidad.
- mercancías producidas (ya sean finales, de consumo; o bien
intermedias)
- mercancías productoras (o fuerzas de producción
de las anteriores mercancías producidas; son las siguientes:
trabajo, capital, empresa e invento).
2.-
Las unidades monetarias
El intercambio primitivo
de mercancías es "el trueque", o intercambio directo
(mercancía A contra mercancía B).
En un principio, el trueque se realiza de forma intuitivamente aproximada:
se puede intercambiar A por B si en aquel momento así conviene,
pero en un otra ocasión quizás se cambiará
A por 2B, o A por 1/2B. En definitiva: no existe todavía
un sistema que permita de mesurar el valor de cambio de cada mercancía
concreta y, por lo tanto, permita de realizar un intercambio de
valores equivalentes. El trueque primero es un simple intercambio
no mesurado de mercancías que satisfacen las necesidades
momentáneas de los dos individuos actores.
Pero
cuando el utilitarismo mercante crece, se amplifica, se complica,
entonces se hace necesaria la invención de un sistema que
permita de realizar intercambios equivalentes: esto es, un sistema
de medida del valor de cambio de las mercancías. Así
nacen las unidades monetarias.
Del mismo modo como para mesurar distancias concretas utilizamos
el "metro", que es "una unidad de longitud"
convencional y abstracta, definida de manera universal como "la
diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre";
así para mesurar el valor de cambio de las mercancías
concretas utilizamos también "unidades monetarias"
abstractas y convencionales, definidas en cada sociedad humana de
manera diferente (hoy en día, definidas por cada Estado).
En la
actualidad, la definición de la unidad monetaria de cada
Estado no es ni siquiera fija, sino que el valor asignado a cada
unidad varía continuamente en función de la evolución
mercantil. La unidad monetaria no es estable, como el metro; la
causa de esto es que la unidad monetaria no se define en relación
a una única mercancía (cómo en otros tiempos
se había hecho con el oro o la plata), sino en función
de cada una y todas las mercancías producidas en la sociedad
de referencia.
´
Por ejemplo: 1 pta. es el valor de cambio de x grs. de ORO
" " " a litros de VI
" " " b metros de TELA
etc.
Fijémonos
que la introducción de la unidad monetaria en el mercado
no hace desaparecer el trueque: el intercambio directo de las mercancías
continúa exactamente igual, pero ahora es mediatizado por
la unidad monetaria: ésta no es sino el común denominador
(abstracto) que permite encontrar la equivalencia exacta deseada
entre dos mercancías concretas cualquiera, puesto que toda
mercancía puede ser ahora expresada por un valor monetario.
3.-
Los "precios de venta" y los salarios
Entramos así en la tercera categoría, puesto que la
expresión monetaria del valor de intercambio de cada mercancía
es su "precio de venta (si se trata de una mercancía
producida) o su "salario" (si se trata de una mercancía
productora).
Precios
y salarios los englobamos con la denominación de valores
"mercantiles". Se trata de unos valores mixtos, heterogéneos,
concretos/abstractos; puesto que resultan de la comparación
entre mercancías concretas (1ª categoría) y unidades
monetarias abstractas (2ª categoría).
La asignación,
a cada concreta mercancía producida, de un valor determinado
expresado en unidades monetarias abstractas, da un "precio".
Ejemplo:
1 litro de vino vale "a unidades monetarias"
La asignación, a cada concreta mercancía productora,
de un valor determinado expresado en unidades monetarias abstractas,
da un "salario". Ejemplo:
1 jornal de obrero agrícola vale "b unidades monetarias".
4.-
Los "instrumentos monetarios"
La existencia de unidades monetarias y de valores mercantiles (precios
y salarios) provocó y favoreció, en las sociedades
más dinámicas, un gran desarrollo mercantil. El mercado
aconteció una realidad de tan gran alcance y tan compleja
que el intercambio mediante el trueque era ya muy poco adecuado
a las necesidades reales del mercado. El trueque no era lo suficiente
"maleable", estaba sujeto a demasiadas limitaciones.
Entonces,
fue necesario inventar una nueva manera de intercambiar mercancías,
que fuera más ágil, que permitiera un mayor movimiento.
Y así es cómo apareció, en las sociedades más
adelantadas en mercado y en civilización, "el instrumento
monetario", instrumento que - a partir de la existencia de
unidades monetarias y de precios y salarios -hacía posible
de prescindir del trueque (o intercambio directo) y pasar a una
nueva modalidad de cambio, el intercambio indirecto y diferido (en
el espacio o y/en el tiempo); como complemento imprescindible para
el buen funcionamiento de esta nueva modalidad, tenemos la invención
de la contabilidad.
En qué
consiste el "instrumento monetario"? Pues, sencillamente,
el instrumento monetario (un instrumento monetario) no es otra cosa
que un documento de escritura en el cual se consigna la entrega
de una mercancía A, por valor de "a" unidades monetarias,
de la persona X a la persona Y; y la obligación correlativa
de Y hacia X por valor de "a" unidades monetarias. Es
decir, X suministra a Y la mercancía A por valor de "a"
unidades monetarias; Y no suministra a X ninguna mercancía
de un valor equivalente, sino que reconoce haber contraído
una deuda hacia X por valor de "a" unidades monetarias.
Paralelamente,
y para qué el pago de la deuda pueda realizarse, existe un
sistema de contabilidad a base "de cuentas corrientes"
(abiertas en los templos): cada vez que un "instrumento monetario"
(=documento escriturado de reconocimiento de deuda e información
de una transacción entre dos personas determinadas) es firmada,
hay el correspondiente pase de escrituras en las cuentas corrientes
de las dos personas interesadas; así, el pago ya está
realizado.
Este
cambio es sólo la mitad del trueque (mercancía A por
mercancía B); la segunda mitad (que es la entrega de una
mercancía B, de valor equivalente al de la mercancía
A ya entregada) quizás no se realizará nunca entre
las mismas personas implicadas en el primer cambio; pero sí
que se realizará de manera indirecta en la globalidad del
mercado: puesto que el mercado no es intercambio de mercancías
por "moneda", sino intercambio de mercancías concretas
por mercancías concretas; sólo que, con la invención
de las unidades monetarias, este intercambio se hace a través
de medida monetaria; y con la invención de los instrumentos
monetarios, este intercambio se hace de manera indirecta y diferida.
Un ejemplo
simplificado de intercambio indirecto a través de instrumento
"monetario" podría ser el siguiente:
X necesita
2 sacos de cebada, y dispone para el intercambio de1 saco de trigo;
Y dispone
de 2 sacos de cebada, pero le interesa obtener 1 cerdo;
Z dispone
de un cerdo, y le interesa 1 saco de trigo.
Suponemos que el valor de 2 sacos de cebada, 1 saco de trigo y 1
cerdo es equivalente, y es de "a" unidades monetarias.
Entonces tendremos que:
- Y entrega
los 2 sacos de cebada a X; a cambio, X firma el documento conforme
debe
a Y por valor de "a" unidades monetarias; este valor será
descontado de su cuenta corriente y abonado en la cuenta corriente
de Y.
- Y,
con "el poder de compra" de "a" unidades monetarias
que ha obtenido gracias a la venta de los 2 sacos de cebada, comprará
a Z el cerdo: Z le entregará el cerdo y él firmará
el instrumento monetario reconociendo una deuda de "a"
unidades monetarias hacia Z; este valor será abonado en la
cuenta corriente de Z y descontado de la de Y (con lo cual la cuenta
corriente de Y habrá devuelto al saldo inicial).
- Finalmente, Z utilizará el poder de compra obtenido de
la venta del su cerdo, para comprar a X 1 saco de trigo, por el
mismo procedimiento de entrega, firma del documento y pase de cuentas
corrientes; ahora a X se le abonarán "a" unidades
monetarias, y a Z se le descontarán: cada uno de ellos habrá
devuelto también al saldo inicial.
Resultado: las respectivas deudas contraídas se han finalmente
anulado globalmente, y cada cual ha conseguido la mercancía
que necesitaba.
5.-
Síntesis final
Como síntesis final del concepto de "dinero" que
proponemos, diremos que se trata de una realidad muy compleja, surgida
a través de varias etapas históricas, y que hace falta
hoy en día distinguir los siguientes niveles:
1.- Unas
mercancías concretas, producidas o productoras, que se quiere
intercambiar: sin su existencia, no tiene ningún sentido
hablar de "dinero";
2.- Unas
"unidades monetarias", creadas por convención numérica-abstracta,
que sirven para mesurar el valor de cambio de las anteriores mercancías
concretas, y así permiten de realizar intercambios equivalentes;
3.- Unos
"precios de venta" y unos "salarios" valores
mixtos concretos/abstractos surgidos de la intercomparación
entre mercancías concretas y unidades monetarias abstractas;
4.- Y,
finalmente, unos "instrumentos monetarios", sólo
posibles cuando ya existen las unidades monetarias, y que no son
otro cosa que un documento escritural que informa de un acto mercantil
elemental de compra-venta, y avisa del reconocimiento de una deuda
por valor de un número determinado de unidades monetarias
-siempre este documento está referido a dos personas concretas,
bien identificadas-.
La unidad
monetaria es una unidad de medida, y como tal es radicalmente abstracta.
Reencontramos aquí el que los economistas denominan "función
de unidad de cuenta o patrón de medida" del dinero;
pero, para nosotros, esta función no corresponde al "dinero"
en general, sino únicamente a la unidad "monetaria",
bien precisada y definida.
El instrumento
monetario es un documento que registra un acto de medida (una medición),
puesto que indica el precio de una mercancía intercambiada;
es también un documento que registra un acto mercantil elemental
(un acto de compra-venta); finalmente, es un documento que registra
la contracción de una deuda de una persona hacia otra. Por
este último concepto, se aproxima a la concepción
del "dinero como deuda" de los economistas. Pero también
nosotros aquí hemos precisado mucho más este concepto,
y no hablamos de "dinero como deuda", sino del "instrumento
monetario como reconocimiento de una deuda contraída a través
de un contrato interpersonal".
Las concepciones
del "dinero como medio de pago" y de "dinero como
liquidez" quedan también visiblemente modificadas: en
efecto, el acto de pago no consiste, según nuestra concepción,
en la entrega de un bien denominado "dinero" sino únicamente
en el hecho de una "pasación de escrituras" a partir
de la existencia de un instrumento monetario; y la liquidez de una
persona consiste, no en la posesión de un bien denominado
"dinero", sino únicamente en el saldo de su "cuenta
corriente".
Una característica
muy importante del planteamiento de la cuestión monetaria
que hacemos, y que lo diferencia enormemente de la concepción
actual, es que "la emisión de dinero" no es un
asunto del Banco Central o de los Bancos, sino que cada persona
que firma un "instrumento monetario" está, de hecho,
"emitiendo dinero", con la limitación evidente
del saldo de su cuenta corriente. (No nos referimos aquí
a la " invención de dinero", de la cual hablaremos
más adelante, en el capítulo IV; sino a las transacciones
mercantiles corrientes).
Actualmente,
las autoridades monetarias o los Bancos emiten una cantidad determinada
de "dinero", y este circula y circula indefinidamente;
por el contrario, tal y como hemos planteado el funcionamiento del
instrumento monetario, éste es emitido por el interesado
al hacer una compra, y circula únicamente para aquella compra.
Cada instrumento monetario firmado es "signo de emisión
monetaria", y esta emisión la realizan los particulares,
con la limitación, como ya hemos dicho, del saldo de su cuenta
corriente. Toda persona está capacitada para "contraer
deudas" y, por lo tanto, para firmar los correspondientes "reconocimiento
de deudas", en función de la liquidez disponible en
su cuenta corriente.
Hace
falta finalmente, que resaltemos el siguiente hecho, el más
definitorio de la concepción monetaria que proponemos: y
es el hecho que, sin la existencia de mercancías concretas
a mesurar y a intercambiar, todo "el montaje monetario"
no tiene absolutamente ningún sentido. Las mercancías
concretas son el fundamento último de la existencia de unidades
monetarias, de valores mercantiles (precios y salarios) y de instrumentos
monetarios.
Podríamos hacer la siguiente definición metafórica
del conjunto de "realidades monetarias" (que podemos denominar
también "sistema monetario):
El "sistema monetario" es un espejo en el cual se reflejan
las mercancías concretas:
1.- los
"valores mercantiles" son la imagen estática reflejada;
2.- los
"instrumentos monetarios" son la imagen dinámica
reflejada (imagen de los movimientos de mercancías)
3.- las
"unidades monetarias" son el esquema abstracto-numérico
de las imágenes anteriores.
CAPITULO III
La "factura-cheque"
Es evidente que la concepción monetaria que hemos propuesto
no pretende ser la explicación de la realidad monetaria actual.
Históricamente,
en algunos lugares, el "sistema monetario", no obstante,
había sido bastante parecido a la descripción que
hemos hecho en el capítulo anterior (mirad el anexo); lo
que nos interesa es que vuelva a serlo.
Hemos descrito, pues, no aquello que es, sino aquello que fue y
aquello que debería volver a ser.
1.-
Racionalidad y mercado
Por que hace falta cambiar el sistema monetario actual?
Por una razón muy sencilla: porque es irracional, anticientífico.
El sistema
monetario es una convención inventada por el hombre para
obtener "imágenes" de las mercancías concretas.
Estas imágenes tienen por primera finalidad de facilitar
y agilizar el intercambio de mercancías. Y tienen una segunda
finalidad, que es la de proporcionar información sobre este
mismo intercambio. Las imágenes más o menos abstractas
que proporciona el sistema monetario son fácilmente transportables,
analizables, sintetizables, estudiables, etc..., mucho más
fácilmente que no las propias mercancías concretas.
El estudio de la información así proporcionada sirve
a la vez para hacer posible una gestión de mercado más
eficiente, más rentable, etc. Si este estudio puede hacerse
según cánones "científicos" mucho
mejor: mayor será la capacidad de manipulación del
mercado que obtendremos.
Pero
para poder cumplir estas funciones, hace falta que las imágenes
obtenidas sean fieles a la realidad: que no estén distorsionadas
ni deformadas, que sean lo más precisas y exactas posibles.
La fiabilidad de la imagen obtenida dependerá evidentemente
del espejo ("sistema monetario") empleado. Nos hace falta
un sistema monetario racional; si es pro-"científico",
mejor. Y el actual no lo es.
2.-
Características "anticientíficas" del sistema
monetario actual
El sistema monetario actual
es irracional y "anticientífico" por varios motivos,
algunos de los cuales ya han sido mencionados: diversidad de formas
de "dinero", definición poco rigurosa del concepto
de "dinero", etc.
Pero, sobre todo, es inadecuado como "sistema de medida".
Recordemos
que toda realidad monetaria se fundamenta sobre el fenómeno
inicial de la medida "del valor de cambio de las mercancías
concretas". Las "imágenes monetarias" son,
por naturaleza, "imágenes métricas".
Hace
falta pues que la medición efectuada por "unidades monetarias"
se convierta en un acto el más científico posible.
Con el sistema monetario actual, esto es imposible: las imágenes
que nos proporciona están siempre deformadas debido a dos
hechos fundamentales:
1.- Los
"pseudo-instrumentos monetarios" en circulación
(que son las tres formas de dinero mencionadas: monedas, billetes,
cuentas corrientes, es evidente que no se asemejan en nada a la
definición de instrumento monetario que hemos dado), que
deberían ser documentos de medida de un único acto
mercantil elemental, es evidente que sirven para multitud de ellos:
son altamente dinámicos, y así no hay estadística
posible.
2.- Estos
mismos pseudo-instrumentos - pese a que sean de tres clases- son
uniformes dentro de cada clase: no nos indican qué se ha
intercambiado, ni cuando, ni como, ...: es evidente que así
no hay analítica posible.
Hay una
tercera característica, no directamente "anticientífica",
pero si de consecuencias muy importantes: y es su anonimato, que
hace imposible la identificación, la personalización
de cada acto mercantil elemental.
Podríamos
también mencionar otros hechos laterales, consecuencia indirecta
de estos fundamentales: por ejemplo, los "valores mercantiles"
(precios y salarios) también son actualmente imágenes
deformadas por la carencia de libertad real en el mercado.
La conclusión
que se impone es que el sistema monetario actual ha degenerado,
de "sistema métrico" que debería ser, en
"sistema confuso" y "confusionista ".
3.-
La "factura-cheque" pro-"científica"
Frente al confusionismo
actual, haremos una propuesta razonada sobre la forma que debería
tomar actualmente un instrumento monetario que se quisiera pro-"científico"
apto para el estudio según método "científico".
Proponemos
la instauración de un único tipo de instrumento monetario
-tan diversificado como haga falta- que denominamos "factura-cheque".
Sus características serian las siguientes:
1.- Es
un cheque de emisión personal-nominativa, puesto que corresponde
a un libre contrato entre dos personas: el "cliente-deudor-librador",
que es el que recibe la mercancía y contrae la deuda por
su firma; y el "proveedor-beneficiario", que es el que
entrega la mercancía y se beneficia de la deuda contraída
por el otro. En el cheque, pues, constan los nombres de estas dos
partes y el número de la cuenta corriente de cada una.
De esta manera queda garantizada la total personalización
del documento.
2.- Este
cheque está rigurosamente cerrado en una única transacción
mercantil elemental: un vez realizada la correspondiente pasación
de escrituras será, pues, automáticamente neutralizado
y archivado por el establecimiento del tirador.
Asimismo, no será endosable a otro que no sea precisamente
el mismo beneficiario.
De esta manera queda garantizada la total inmovilización
del documento, fundamento de toda posterior estadística.
3.- Este
cheque será además factura omni-informativa, que detallará
y explicitará todas y cada una de las características
de la transacción: fecha, código de la mercancía,
cantidad, calidad, precio de la mercancía, número
de factura,...
Esta plena información es el fundamento de toda analítica
posterior.
Para facilitar la tarea analítica, además, se establecerán
"modelos" de Factura-cheque tan diversificados como haga
falta, en función de las características específicas
de cada transacción.
4.- Esta
factura-cheque, además, especificará el plazo de pago
por parte del cliente-deudor-librador; en el supuesto de que no
sea el pago al contado, los intereses pagados por el descuento bancario
irán a cargo también del cliente-tirador-deudor.
Un sistema
monetario basado sobre "la factura-cheque" estaría
compuesto de los siguientes elementos:
- una "unidad monetaria" radicalmente contable-abstracta,
definida de manera convencional por' la autoridad;
- un conjunto de valores "mercantiles" (precios de venta
y salarios) libremente originados en el mercado, en función
de la relación variable "mercancías concretas/unidades
monetarias abstractas";
- unos instrumentos monetarios únicos: los definidos como
"factura-cheque", en el marco de una contabilidad o sistema
de cuentas corrientes personales.
La liquidez (capacidad o poder de compra?) de cada persona existiría
únicamente bajo forma de saldo en la cuenta corriente; la
cuenta corriente sólo podría alimentarse a partir
de una factura-cheque a favor de dicha cuenta, y, a la vez, el saldo
sólo podría transferirse, igualmente, por factura-cheque
a favor de otra cuenta corriente.
Es evidente
que la implantación de tal sistema supone la radical desaparición
de los actuales "billetes de banco" (y monedas), así
como todos los documentos e instrumentos auxiliares basados en ellos
(cómo por ejemplo las cuentas corrientes actuales).
4.-
La telemática al servicio del sistema monetario
Para actualizar un sistema
monetario como el propuesto, contamos hoy en día con una
tecnología que se adecua perfectamente a las necesidades
planteadas.
Estas
necesidades son esencialmente:
- encontrar una manera fácil y cómoda de escribir
"factures-cheque";
- encontrar una manera rápida de efectuar las pasaciones
de escrituras entre cuentas corrientes;
- encontrar una manera rápida y sin error posible de realizar
la centralización de todas las "facturas-cheque"
a efectos analíticos y estadísticos, para poder obtener
una máxima y óptima información sobre el mercado.
Todo
el mundo adivinará que la manera de conseguir todo esto existe
ya, y es utilizada hoy en día por todos los Bancos, por pequeños
que sean: es la "telemática".
Hasta hace poco un tiempo, se hablaba de "informática",
que viene a significar "trabajo sobre información puesta
en forma matemática, según tecnología electrónica".
Hoy hablamos ya de la telemática "", que no es
sino "informática a distancia", porque dos ordenadores
muy alejados en el espacio pueden intercambiar información
de manera instantánea, si están conectados en una
red.
Todo
el que tenga algo de noción sobre telemática verá
que es la tecnología más adecuada y eficaz para poner
en práctica el sistema monetario basado en la factura-cheque.
Tendremos
así una "moneda electrónica", es decir,
definitivamente desmaterializada:
- las "facturas-cheque" las realizará un "mini-ordenador"
en poder del vendedor: éste accionará el teclado según
las características de la venta y la factura-cheque se imprimirá
automáticamente: sólo hará falta firmarla;
- si el mini-ordenador del establecimiento del vendedor está
conectado al de su banco, y el ordenador del banco conectado al
del banco del cliente (en caso de que no se trate del mismo banco),
entonces la pasación de escrituras se hace también
automáticamente e instantáneamente;
- todos los ordenadores de todos los bancos estarán reunidos
en una red a nivel de la total comunidad: todas las facturas-cheques
serán automáticamente centralizadas, para su análisis
y estadística a fines puramente "científicos"-mercantiles.
Esta "desmaterialización" del dinero pondrá
finalmente en evidencia, a los ojos de toda la población,
la radical abstracción de esta invención humana. Será
finalmente evidente que el "dinero" o, hablando con más
precisión, los "instrumentos monetarios", no tienen
ningún "valor intrínseco", sino que son
únicamente imágenes abstractas de las mercancías
concretas, objeto del utilitarismo del hombre.
CAPITULO IV
La invención
de dinero en el nuevo sistema monetario
Nos queda por tratar la
importante cuestión de la creación "o invención"
de dinero.
En el
capítulo I hemos visto cómo actúan los Bancos:
estos inventan "dinero bancario" en función del
aumento de la base "monetaria" (recordemos =deudas o pasivos
del Banco Central), y manteniendo siempre una cierta relación
entre las "reservas" del banco y los "depósitos"
que se le han confiado.
Mientras
que el Banco Central inventa "dinero efectivo" (monedas
y billetes) en función de la entrega de bienes "materiales"
(oro, divisas,...) o de la concesión de créditos (al
Estado, a los Bancos,...). Pero ya hemos dicho que el dinero efectivo
representa una proporción más bien pequeña
de la masa monetaria total. Esto quiere decir que, sobre todo, se
inventa "dinero bancario". Y el dinero bancario no se
inventa sobre bienes concretos, sino sobre la base "monetaria",
que a su vez es "una invención" del Banco Central.
De forma
que la mayor parte de la actual invención de dinero es "invención
de dinero sobre dinero": es cierto que este procedimiento cuenta
con ciertas garantías, y por esto se practica; pero también
es cierto que actualmente la invención de dinero bancario
está fuera de control (aun cuando los bancos Centrales digan
que pueden controlar el mecanismo de invención).
Pero
el nuevo planteamiento monetario que hemos hecho nos trae a conceder
más importancia a otra manera de inventar dinero: inventar
dinero sobre mercancías concretas existentes, no vendidas:
es decir, sobre los excedentes de producción. Si el dinero
no es otra cosa que una imagen de las mercancías concretas,
hace falta que cada mercancía tenga su imagen (estática:
precio; y dinámica: venta). Cuando una mercancía no
ha podido ser vendida, pues, no sólo podemos, sino que hace
falta inventar la capacidad de compra necesaria para que sea comprada.
Si esto no se hace, se generan graves desequilibrios en el mercado
(las tan famosas "crisis de inflación y deflación).
1.-
Invención "exacta" de dinero sobre mercancías
concretas
Es de una total evidencia
que la implantación del sistema monetario que hemos propuesto,
por la plena información de mercado que proporcionaría,
permitiría el cálculo exacto de los posibles excedentes
de producción existentes en el mercado en un periodo de tiempo
determinado.
Una vez
este cálculo realizado, haría falta únicamente
inventar el dinero correspondiente, el poder de compra correspondiente.
Por una serie de motivos que aquí no explicaremos, nuestra
propuesta es que esta invención de dinero sea "comunitaria",
es decir, la gestione el Estado como gerente de la comunidad geopolítica.
Si se hace así, este poder de compra a inventar en función
de los excedentes de producción podrá ser repartida
de manera equitativa entre todos los miembros de la comunidad.
La invención
"comunitaria de dinero" podría revestir dos formas:
- invención "crediticia-financiera", invención
de poder de compra a repartir entre las empresas para inversión,
en función de los excedentes de mercancías inversivas
(de equipamiento);
- inversión "financiera-consumptiva", invención
de poder de compra a repartir entre la población consumidora,
en función de los excedentes de mercancías de consumo
La invención
comunitaria de dinero no es obstáculo para la continuación
de la invención privada-bancaria de dinero; lo que sí
haría falta es dar a ésta unos límites.
Actualmente, los Bancos, a la hora de calcular sus posibilidades
de invención de dinero bancario, toman en consideración
la totalidad de los depósitos confiados a ellos: cuantos
más depósitos, más capacidad de invención.
Nuestra propuesta es de limitar esta "base" de la invención
de dinero bancario a los "depósitos a plazo", e
impedir a los bancos de inventar dinero sobre los "depósitos
a la vista". Los depósitos a la vista pasarían
entonces a ser considerados como la garantía "subsidiaria"
de la invención comunitaria de dinero sobre los excedentes
de producción.
2.-
"Crisis monetarias" y neutralidad "de la moneda
Se dice a menudo que cuando
la moneda "funciona mal", tiene repercusiones directas
sobre la economía y que, entonces, no es "neutra".
Se dice
que la concepción de la moneda como instrumento neutro "quizás
podría caracterizar una situación en qué la
moneda no estaría ni sobre ofertada ni sobre pedida . Pero
una tal situación es excepcional; El estado normal de una
economía es la de desequilibrio monetario. En caso de desequilibrio,
la moneda pasa a ser factor de perturbación para la economía
en su conjunto, o instrumento de acción. No es neutra y puede
incluso llegar a ser "dirigente". (...) Lo más
simple es rechazar la vieja teoría de la moneda neutra y
presentar esta como medio de acción en manos de sus detentores
(sobre todo los bancos, que tienen siempre en reserva) que puede
servir para modificar incluso ciertos factores reales de la economía
en su conjunto, sea en el plan nacional, sea las relacionas internacionales.
Sin duda, esta posibilidad de orientar toda la economía por
la moneda no se manifiesta sino cuando el equilibrio monetario es
imperfecto. Pero este equilibrio no es perfecto, lo hemos visto
ya, sino excepcionalmente: es una situación a la cual se
llega por el juego de las voluntades humanas, no sin haber triunfado
sobre ciertas resistencias" (1).
El problema
aquí planteado tiene solución inmediata a través
de los sistemas propuestos de invención comunitaria de dinero,
en función de los excedentes de producción".
Es cierto
que el utilitarismo humano se encuentra constantemente en estado
de desequilibrio. El desequilibrio existente es, según la
hipótesis que sustentamos, un desequilibrio entre "PRODUCCIÓN"
y HACIENDA "": esto se traduce por el hecho que "el
volumen producido (total poder de venta) excede el poder de compra
privado": esto es, existen EXCEDENTES DE PRODUCCIÓN.
Pero
si el sistema monetario es racional y ovni- informador, como hemos
dicho, podremos calcular con precisión y exactitud el alcance
de estos excedentes, y podremos en consecuencia, crear el poder
de compra correspondiente. Este poder de compra que inventaremos
(comunitariamente) será complementario del poder de compra
privado (generado privadamente por el mercado, como retribución
a las fuerzas productoras), y será auto- equilibrador del
utilitarismo: devolverá el utilitarismo a un estado de equilibrio
entre "PRODUCCIÓN" y HACIENDA ".
La invención
de dinero complementario-autoequilibrador siempre dependerá
de una voluntad e iniciativa auto-política; pero cuanto más
racional y plenamente informativo sea el sistema monetario en vigor,
menos dosis de "voluntarismo- autopolítico" hará
falta. La mejor garantía de la" neutralidad "monetaria
es la racionalidad del sistema monetario.
La "neutralidad"
monetaria consiste en que las imágenes reflejadas en el espejo
que es el sistema monetario sean fieles a la realidad: y ya hemos
visto que esto depende de que el sistema monetario cumpla las condiciones
necesarias para un sistema de medida pro-"científica".
Si las imágenes reflejadas están deformadas por defectos
y vicios del sistema monetario:
1.- El
desequilibrio existente no podrá ser mesurado, por lo tanto
no se podrá encontrar un mecanismo auto-equilibrador;
2.- Las "voluntades anti-políticas" aprovecharán
la confusión reinante para hacer que el Desequilibrio existente
redunde en favor suyo; por eso es por lo que la moneda Continúa
siendo hoy anti-científica y desinformativa.
Referencias bibliográficas del Capítulo
I
(1)
ENCYCLOPAEDIA UNIVERSALIS, Vol. "Monnaie", pp.262-263
E.U.. France S.A., 1968, 3ª ed. 1977.
(2)
ECONOMÍA PLANETA, Vol
"Dinero", pàg.449-451.
(3)
ENCICLOPAEDIA UNIVERSALIS, Vol. E.U. France S.A. 1968,
3ª ed.1977.
(4)
ENCICLOPAEDIA UNIVERSALIS, Vol E.U. France, S. a. 1968,
3ª ed.1977
"Monnaie" pp. 271-272.
Referencias bibliográficas del Capítulo IV
(1)ENCICLOPAEDIA
UNIVERSALIS, Vol E.U.. France S. a.,1968,
3ª ed. 1977
"Monnaie", pàg. 269-270.
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