Kirk Gadzia: «La naturaleza es el maestro».
De la misma forma que un diseñador social, cuando se dedica a investigar qué problemas tiene su sociedad, para tratar de encontrar soluciones, debe de tener en cuenta todos los elementos que forman parte de un sistema, así como sus relaciones entre ellos, también los sistemas productivos, como por ejemplo la industria, pero muy en especial la agricultura, han de tener en cuenta esta relación sistémica y holística. En el caso de la agricultura, a fin de favorecer una producción saludable y que aporte los nutrientes necesarios para la subsistencia humana y del resto de las especies involucradas.
En la siguiente entrevista, Kirk Gadzia nos alecciona sobre la necesidad de una agricultura que no esté pensada sólo en la rentabilidad a corto plazo, depredando la tierra y empobreciendo los recursos, sino que hace falta que imite la naturaleza en los diferentes procesos productivos, cambiándolos y adaptándolos a lo largo del tiempo.
La Vanguardia. La Contra. Miércoles, 5 de Junio del 2013.
La Contra. Víctor-M. Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet.
Kirk Gadzia, biólogo silvestre y máster en Ciencia de las Praderas.
Tengo 57 años. Nací en Florida y vivo en mi granja en un pueblecito de Nuevo México. Casado, tengo tres hijos. Llevo 20 años dedicado a la enseñanza de la gestión holística de la agricultura. Mi política es «trabajemos juntos». Creo en la conexión entre la tierra y las personas.
Kirk Gadzia. Foto: Ana Jiménez.
«La naturaleza es el maestro».
-Trabajaba en una importante agencia de gestión de residuos de los Estados Unidos.
-¿Qué hacía?
-Estudiar la vegetación y la vida silvestre en lugares muy remotos. Pude convivir con once tribus distintas y entendí muchas cosas.
-¿Qué cosas?
-Que nos hemos pasado la vida dándoles lecciones de cómo trabajar la tierra hasta destrozar su territorio. Veo sufrir la tierra allá donde voy. El uso de la tecnología abusiva es casi universal. Hemos conquistado el mundo con nuestra tecnología agrícola y el resultado hoy en día es pobreza.
-¿Hay alternativa?
-Sí, el manejo holístico del territorio teniendo en cuenta todos los factores que interactúan: las personas, la tierra, las finanzas y los animales.
-¿Y cómo?
-Los suelos se construyen de forma gradual gracias a las diversas raíces que crecen a distintas profundidades, a la vida que se adhiere a ellas y que interactúa con plantas y animales. Con un poco de paciencia podemos obtener mejores resultados y con menor inversión que lo conseguido hasta ahora.
-¿Se pueden recuperar praderas degradadas?
-Es parte de mi trabajo, y para ello utilizo el pastoreo planificado, animales herbívoros bien gestionados. Si dejamos a los herbívoros pastando continuamente los mismos
prados, las mejores especies de plantas y las raíces desaparecen; eso equivale a erosión, inundaciones y sequías.
-¿Hay que limitar el tiempo que los animales permanecen en un pasto?
-Sí. Al dividir el territorio en varias parcelas de pasto das tiempo suficiente a que se vayan recuperando, que el estiércol se descomponga y que las semillas –que las pisadas de los animales han introducido en la tierra– puedan germinar.
-Tienes que ser un terrateniente.
-Utilizo esta técnica en mi granja y empleo para el pastoreo media hectárea. Para recuperar un suelo puedes utilizar gallinas, que reciben su alimento de los parásitos de la tierra. La conexión entre herbívoros y aves es muy interesante.
-Cuénteme.
-Después de que las vacas hayan pasado por un pasto, su estiércol atrae insectos que ponen huevos. Es el momento de introducir gallinas, ocas o patos, les espera un alimento de alta proteína. Así se reduce el problema de parasitismo en el ganado.
-...imitando los sistemas naturales.
-Exacto. La naturaleza es el maestro: jamás crea residuos, sino alimento para otros. Así obtenemos distintas producciones en el mismo espacio que dependen unas de otras y que nos dan múltiples entradas de beneficio económico.
-¿Sin agotar la tierra?
-Cuando una planta es pastada por arriba suelta azúcares a través de sus raíces, con los que alimenta millones y millones de microorganismos, que a su vez liberan muchísimos nutrientes necesarios para la planta. Esos miles de millones de pequeños seres en los que nunca pensamos, porque no conocemos la vida del suelo, son esenciales.
-Otro mundo.
-...pero si esas plantas son pastadas de manera continua, no tienen energía suficiente para poder librarla al suelo.
-¿En qué se equivocan la ganadería y la agricultura intensivas?
-Se ha perseguido un solo objetivo: la producción a corto plazo, que ha llevado a ignorar a los procesos naturales del suelo creyendo que podrían ser sustituidos con insumos (fertilizantes, herbicidas, pesticidas).
-Eso nos ha dado la mayor producción de la historia humana.
Sólo a corto plazo; a largo plazo esos insumos resultan cada vez más caros. Añada a eso que obtenemos altas producciones pero que el contenido nutricional es cada vez más bajo. Hay estudios que demuestran que la mayor parte de los alimentos producidos de manera industrial han perdido el 40% de su nutrición. Hoy en día se venden naranjas perfectas pero que no contienen nada, cero, de vitamina C.
-¿Y para acabar con las plagas?
-Para un tipo de insecto concreto un monocultivo es una fuente enorme de alimento. Los que sobreviven al herbicida se reproducen con rapidez y se hacen resistentes al herbicida. Así comienza la carrera química para matar el problema. Cuando el problema real es que hemos matado la diversidad, a los depredadores de los depredadores.
-¿Qué propone?
-Reproducir condiciones naturales con una gestión activa. Por ejemplo, rotaciones de cultivos que añaden biodiversidad, plantar entre el cultivo diez especies distintas que alimentan el suelo...
-¿Pura teoría?
-Hay gente que lleva 20 años trabajando así y sus producciones de maíz, soja o trigo son más altas que la media de su zona, pero además sus gastos en insumos son la quinta parte que la de sus vecinos; por tanto, su rentabilidad es mucho mayor.
Ima Sanchís.
Pioneros.
Una granja puede ser un lugar maravilloso en el que tener una familia, afirma Kirk. El campo ya no es una condena. Los nuevos granjeros saben apilar producciones; como Joel Salatin, que en las mismas praderas, rotándolos, tiene vacas, gallinas, ovejas, patos, cerdos, conejos, terneras... Lo llama el ballet, él es el director de orquesta. Añada la propia creación de fertilizantes y el marketing: la venta directa gana adeptos. A raíz de los masivos problemas de salud en EE.UU. se empieza a entender que la calidad de la comida es esencial. Ha impartido un curso en Girona invitado por la asociación Agricultura Regenerativa (http://www.agriculturaregenerativa.es).
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Tiempo de rehacer viejas alianzas. Isidre Martínez. Bioecoactual.