Decretos Ley para una constitución del siglo XXI.
Prólogo.
Cuando entendí que quería decir Agustí Chalaux con esto de cambiar la actual moneda anónima por la factura-cheque le pregunté ¿cómo se podría llevar a cabo un cambio de este tipo? y ¿cómo este cambio técnico permitiría una distribución de la riqueza más justa que la actual? Agustí me contestó: Ya hace tiempo que tengo estudiados y trabajados una serie de decretos leyes que lo explican. Se trataría de que un Estado, por pequeño que fuera, hiciera una Constitución inspirándose en estos textos. A partir de esa pregunta empezamos un curso semanal, en la escuela para adultos que dirigía Luis M. Xirinacs, en la avenida Mistral de Barcelona (años 1980...).
Xirinacs asistía puntualmente y activamente durante todo el curso, junto con una treintena más de alumnos. El curso duró 3 años, exceptuando los meses de julio y agosto. Cabe decir que Luis M. Xirinacs incorporó plenamente las teorías de Agustí en su modelo Globalium. Como resultado quedaron unos apuntes que ahora editamos por si pueden inspirar a los activistas de este sentimiento independentista que estamos viviendo actualmente.
Ahora vivimos bajo el mandato de los grandes banqueros y financieros mundiales, esto se acabaría de raíz si la Constitución del Estado se inspirara en los textos de este libro. Cuesta mucho cambiar una Constitución pero al hacerla de nuevo es el momento de ponerla al nivel más alto posible en cuanto a Justicia y libertades concretas para todas las personas del país, sean individuales o colectivas.
Si nos miramos estos textos bajo un punto de vista global encontraremos unos ideales libertarios, es decir a favor de todo el pueblo, sólo pueden molestar a la «plutarquía» actual: banqueros y financieros de gran envergadura. Recuerden que hace pocos días se sometió a los bancos europeos a una prueba «de resistencia o de estrés». El resultado: suponiendo que toda la economía real (desempleo, ventas, construcción...) funcionaran fatal, ¡los bancos irían bien! ¡Estamos bien apañados!
Además de reflejar unos ideales muy nobles, los textos de Agustí estructuran un sistema económico científicamente transparente mediante la factura-cheque. El análisis y medición de lo que ocurre en el mercado quedan garantizados.
En cuanto a la Justicia logra separarla radicalmente del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo. Además del liderazgo político se consigue la democracia en todos los sentidos. El municipio recupera el protagonismo al ser propietario de su tierra y en tener capacidad crediticia propia según la riqueza mercantil creada.
Las personas deberían elegir entre dedicarse a hacer dinero produciendo mercancías y servicios útiles (trabajadores, empresarios, capitalistas e inventores) o trabajar para las personas a cambio de un sueldo digno (maestros, médicos, artistas, políticos, jueces...). Evidentemente podrían cambiar de un grupo a otro pero no jugar a dos bandas.
Agustí nos argumenta, muy racionalmente, que dar un salario de paro forzoso indefinido (renta básica) reactivaría la economía de base con mucha más eficacia que inyectando grandes cantidades a los bancos y cajas actuales.
La ecología, la defensa y seguridad interior y exterior también están contempladas con rigor a la hora de exigir responsabilidades. Tengo la sensación de que la mayoría de políticos actuales son reacios a estudiar y debatir propuestas nuevas, en este sentido no atienden si quien les habla no es uno de sus «maestros». Por eso no escucharon a Xirinacs.
En consecuencia toca al pueblo estudiar y divulgar las novedades hasta hacernos escuchar para que cambien de opinión.
Sólo quisiera añadir que es gracias al esfuerzo de Llorenç Martos que ha sido posible la recuperación y edición de estos textos. Muchas gracias. Para más información no dudéis en consultar http://www.bardina.org
Joan Parés.
Julio de 2010.