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En aquest lloc «web» trobareu propostes per fer front a problemes econòmics que esdevenen en tots els estats del món: manca d'informació sobre el mercat, suborns, corrupció, misèria, carències pressupostàries, abús de poder, etc.
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Nuevos apartados:

Los «Cien pasos de una vía de humanidad» de Lluís Maria Xirinacs.
Dolors Marin Tuyà.
Artículos publicados en la revista Penedès Econòmic.

Al servicio de este pueblo.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el diario Avui, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979, traducidos al castellano.

Diario de un senador.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el rotativo Mundo Diario, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979.

Publicaciones:

Mundo alternativo.
Lluís Maria Xirinacs.

Pequeña historia de la moneda.
Agustí Chalaux de Subirà, Brauli Tamarit Tamarit.

El capitalismo comunitario.
Agustí Chalaux de Subirà.

Un instrumento para construir la paz.
Agustí Chalaux de Subirà.

Leyendas semíticas sobre la banca.
Agustí Chalaux de Subirà.

Ensayo sobre Moneda, Mercado y Sociedad.
Magdalena Grau Figueras,
Agustí Chalaux de Subirà.

El poder del dinero.
Martí Olivella.

Introducción al Sistema General.
Magdalena Grau,
Agustí Chalaux.

Crisis, Chalaux y la moneda telemática.

Diari de Girona. Logotipo.Diari de Girona. Lunes, 20 de Octubre de 2008.

Crisis, Chalaux y la moneda telemática.

Lluís Busquets Grabulosa.

Lluís Busquets i Grabulosa.La decisión de Bush de inyectar dinero público para superar la crisis financiera, antes de que se la aprobaran las Cámaras, produjo el viernes 19-IX un alza bursátil inesperada todo el mundo. Y, sin embargo, expertos como Rodrigo Rato (ex-director del FMI) comparaba la actual crisis con el crack de 1929, y George Soros, que ha escrito en un libro que se hizo millonario fraudulentamente porque la economía liberal le lo permitía (bloqueó la libra esterlina), decía que la posibilidad del crack seguiría existiendo porque con la pretendida autorregulación liberal no vamos a ninguna parte. Tenían razón: el crack bursátil del pasado día 10-X hará historia. Los ciudadanos de a pie no tenemos respuestas a nuestras preguntas. (¿Desde cuando una economía liberal se ha de intervenir con dinero público? John Lipsy, actual segundo del FMI, venía a decir que la contradicción es gravísima, pero si no se hiciera, llegaríamos al Catacrac: la crisis financiera «tendría consecuencias devastadoras», declaró textualmente). ¿Y de dónde salen estos montones de dinero?.

Se ha hablado de 700.000 millones de dólares o euros, pero son muchos más. El coste de la intervención de las autoridades es éste: 620.000 millones de euros para adquirir hipotecas tóxicas y fiar a los bancos para garantizar la viabilidad; 273.600 millones de inyección de los bancos centrales para dar liquidez al mercado; 140.000 millones para rescatar las sociedades hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac; 60.000 de financiación a las filiales de Lehman Brothers a cargo del Tesoro de EEUU, 58.700 millones para nacionalizar la aseguradora AIG; 20.000 millones de préstamo a JP Morgan para comprar Bear Sterns; 2.700 millones de garantías para reparar casas abandonadas al ser embargadas por impago de hipotecas. Total, si sumamos, un billón ciento setenta y cinco mil millones. Sin contar los 1,7 billones de rescate de los bancos europeos de la semana pasada. Y seguimos haciéndonos preguntas. Dado que el dinero de un estado son los de sus ciudadanos, ¿ahora los Estados deberán financiar todas las empresas mal gestionadas? Suponiendo que la mia esté bien gestionada, ¿por qué no he de participar del pastel?

En definitiva: nuestros ahorros, si pasan de los 100.000 euros, según la garantía del insolvente Solbes, ¿son, pues, directamente, por malgestionar? ¿Se trata de socializar pérdidas y privatizar ganancias?

Más allá de la ironía, hay que saber que esto ocurre porque el mundo se ha dotado de una moneda anónima y opaca y ni los expertos más expertos pueden calcular de ninguna manera lo que puede ocurrir. No hay ninguna mercometría posible (datos fiables de los mercados financieros). Los Estados como el español tratan de flotar en el tsunami como pueden (¡los americanos todavía se ríen de las declaraciones de ZP diciendo que nuestra economía era la más fuerte de Europa!). Cuando se pidió por radio al presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà, el pasado día 21-IX, qué nota pondría al Rodríguez Zapatero, fue muy sutil: "No se le puede poner ninguna nota porque no se ha presentado a examen".

Todo esto viene a cuento porque el pasado día 17-IX, en el Aula Magna de la Universidad de Barcelona, llena hasta los topes, el «Centro de Estudios Joan Bardina» presentó el vídeo «La moneda telemática» a partir de los estudios de Agustí Chalaux de Subirà (1911-2006). El público asistente fue obsequiado con un DVD y el debate de la mesa con economistas como Arcadi Oliveres y Martí Olivella fue más que interesante. Chalaux aprendió del banquero Horace Finaly (presidente de BNP-París Bas) las curvas de la moneda en la primera guerra europea (las existencias de oro sólo habrían permitido cubrir los gastos de la guerra durante los tres primeros meses y, por tanto, abandonó la convertibilidad en oro de los respectivos papeles-moneda) y se pasó media vida estudiando un revulsivo. Finaly se burlaba de sus estudios de Ciencias Económicas en París y más bien le indicó una carrera científica. Chalaux estudió entonces en la Escuela de Química de Mulhose y quiso aplicar el método científico, preciso y riguroso, a los fenómenos sociales y científicos con la misma exigencia.

Un amigo suyo, el libertario Abad de Santillan, le confesó en plena guerra (in)civil española que la izquierda había perdido la guerra y la revolución porque no habían sabido dominar la moneda y la banca como instrumentos al servicio del pueblo.

Cuando volvió a Barcelona (1945), y aún más cuando dejó el trabajo de químico (1968), quiso debatir y enseñar lo que había aprendido. Encontró muchos compañeros de viaje, entre los que, Lluís Maria Xirinacs, que ya no le dejó sus pasos y insertó en sus estudios de globalística las ideas de moneda responsable de Chalaux. (Poca gente sabe que, antes de morir, Xirinacs presentó en el Foro Social Mundial de Nairobi en Kenia una ponencia en vídeo donde resumía la posible utilización de la tecnología actual para la implantación de la moneda telemática universal que facilitara la paz en el mundo.

(Lo pueden ver en vídeo en castellano en: http://www.bardina.org/nw2/videoses.htm).

Los promotores de la moneda telemática querrían suprimir el papel moneda que todos llevamos en la cartera, porque es anónimo e irresponsable.

Tanto podemos pagar un kilo de naranjas como el asesinato de alguien. Nadie puede saber qué hacemos con nuestro dinero. Podemos especular, apilar montones de dinero negro, convertirnos en mafiosos, comprar terrenos con escrituras a la baja, pagar trabajo infantil, droga o prostitución. También llevamos moneda nominativa: las tarjetas de crédito. Las tarjetas nos fichan, dejan trazas e indicios de todas las operaciones que hacemos. La moneda telemática es ésta. Por eso se le llama responsable y transparente. Los que no nos hemos esconder de nada, no le tenemos ningún miedo, los que deben ocultar ciertos pagos, sí. Cuando se habló de que la faja antifalsificación del nuevo euro fuera magnética para registrar la operación que se hacía, hubo quien puso el grito en el cielo con la excusa de no querer poner los ciudadanos bajo control. Ahora ya lo estamos. Pero no bajo el control neutro de un ente administrativo -el cual podría contabilizar operaciones y obtener, con datos on line, la mercometría de que hoy no disponemos-, sino de cajas de ahorros y bancos.

Con método y unas medidas cabales de los mercados financieros, no sólo se podría dosificar el caudal de dinero en el mercado más allá de inflaciones y stagflaciones (cf. el libro que Chalaux escribió con el economista Magdalena Grau: Ensayo sobre moneda, mercado y sociedad, Barcelona (http://www.bardina.org/ammsesin.htm): Centro de Estudios Joan Bardina, 2000, 3 ª edición), sino conseguir la denominada «renta básica» o «salario mínimo social» para todos los ciudadanos. Y no de la plusvalía del trabajo, sino de la plusvalía del dinero, que ahora se nos esconde injustamente, aunque permitió inyecciones de un billón de euros como hemos explicado al principio.

Afortunadamente, estos días, salen escritos de economistas alternativos posicionándose más allá de lo que ha hecho hasta ahora. Tapar agujeros es volver donde estábamos. Entenderlo es del todo revolucionario. Y no lo entienden los actuales presidentes de Cajas ni de bolsas. Chalaux, en sus escritos, incluso distribuye la sociedad en ámbitos diversos con todas las necesidades cubiertas.

Como dijo el profesor Oliveras, te posiciones a favor o en contra de la moneda telemática, al menos permitiría detener la corrupción, la especulación y el fraude. Y más si pensamos que el propio Ministerio de Economía evalúa el fraude fiscal en 86.000 millones de euros. Piensen que Catalunya sólo pide de 3.500 a 4.000 millones para la nueva financiación, ¡mientras Solbes sólo nos quiere soltar 1.794!.

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